Los mascarones son esculturas que, situadas en la proa de los barcos, ayudaban a identificarlos y tenían un valor simbólico importante. En general hacían referencia a su nombre o mote, y representan figuras humanas; en barcos de guerra eran frecuentes los leones, águilas y otros animales que representan la fuerza y el poder. Los mascarones, como el resto del barco, iban pintados, a menudo con colores muy vivos para hacerlos visibles a distancia. Desafortunadamente la pintura original raramente se conserva. Por su valor estético y simbólico, algunas veces los mascarones eran retirados de los barcos al final de su vida y es por esto que los encontramos en museos y colecciones particulares, aunque no siempre resulta posible identificar un mascarón con un barco. El Museu Marítim de Barcelona tiene 14 de diferentes tipos, entre los cuales destacan la Blanca Aurora, el Ninot, la Dama de la Rosa, Sant Miquel, etc.
Otros ejemplos de escultura pueden ser decoraciones de popa o de cubierta (de tamaño más pequeño y no tan espectacular, como las figuras de turcos del siglo XVIII) y también tallas religiosas (como un Sant Elm del siglo XVIII) o esculturas vinculadas de alguna forma al mundo marítimo y a su gente.